sábado, septiembre 16, 2006

Problematica sobre el agua

Problemática dentro del ámbito metropolitano del Distrito Federal y los municipios conurbanos del Estado de México

Mora D. Carlos

Desde las imágenes que los exploradores siderales han regalado al legado de nuestras impresiones visuales se pueden apreciar las fotos de nuestro mundo ornamentado por un vació oscuro e inmenso que permite resaltar la esfera azul en que habitamos. Nuestro planeta azul, es llamado así por que, como es bien sabido y documentado las tres cuartas partes de él están cubiertas por masas acuosas.

El agua conforma, en su mayoría, el paisaje terrestre e interplanetario que nuestro mundo nos ofrece; determinado por ríos, lagos, mares, nubes y hielos; el volumen de agua en el planeta se estima en unos 1460 millones de kilómetros cúbicos, aproximadamente toda el agua que se suministra a la ciudad de México durante nueve horas, en otras palabras, si se pudiese bombardear toda el agua de la Tierra por la ciudad de México, tendrían que pasar un millón quinientos mil años para que se agotase. (Guerrero, 2000: 39).

El agua siempre ha sido un elemento vital para la sobrevivencia del hombre, a diferencia de los tiempos remotos en que se podía asistir a los ríos y manantiales para la extracción directa del líquido [1], actualmente el agua se ha convertido en un elemento de subsistencia abastecido por el organismo gubernamental, especialmente en zonas urbanas en donde el servicio de suministro del líquido lo transforma en un bien de consumo.

El presente ensayo tiene el objetivo de estudiar el caso de la problemática del agua dentro del ámbito metropolitano del Distrito Federal y los municipios conurbados del Estado de México, entidades que junto con otros municipios integran la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM). En la primera parte del ensayo desarrollare los elementos relacionados con el crecimiento del Distrito federal y el área metropolitana y su impacto en la entidad mexiquense, para establecer en la segunda parte lo relacionado con la problemática del agua en esta zona. En la tercera parte de este ensayo planteare el análisis de algunos datos que muestran un escenario futuro complicado para concluir con algunos puntos necesarios para la eficiente administración del agua en la metrópoli[2].

1. El crecimiento del Zona Metropolitana del Valle de México y su impacto en el Estado de México

Durante la década de 1930 y 1940 se dio en el país un impulso a la industrialización, lo que trajo como consecuencia la concentración de la población y de las actividades económicas en muchos centros urbanos. La migración del campo a la ciudad provoco un alto crecimiento en lugares como el Distrito Federal, en donde según cifras del informe de la comisión del agua del Estado de México, la población se duplico en tan sólo 10 años de 1.76 millones de habitantes a cerca de 3.5 millones.

A partir de la década de 1940 se inicio el proceso de metropolización [3] de la ciudad de México, con la incorporación del municipio de Naucapan y para 1960 se incorporan también los municipios de Nezahualcóyotl, Ecatepec, Atizapán de Zaragoza, Coacalco, Cuautitlán, Huixquilucan, La Paz y Tultitlán.

La década de 1970 estuvo caracterizada por la consolidación del fenómeno de conurbación, en los municipios del Valle de México y de Toluca; para configurar en la década de 1980 la actual dinámica del tejido metropolitano; el cual, de acuerdo a Sobrino (1994), está conformada por cuatro áreas de forma más o menos concéntrica. El anillo central se forma con las cuatro delegaciones centrales; el primer contorno, con otras siete delegaciones y tres municipios (Naucalpan, Nezahualcóyotl y Tlaneplanta); cuatro delegaciones y nueve municipios integran el segundo contorno y por último Milpa Alta y 14 municipios restantes, como se observa en el cuado 1.

Municipios conurbados que integran la Zona Metropolitana del Valle de México, junto con las delegaciones del Distrito Federal:


Comportamiento de la población en el Distrito Federal y los municipios conurbados:

En este cuadro se observa la tendencia de concentración de la población y el fenómeno de migración que se dio a partir de 1940. La tasa de crecimiento más alta se da en los municipios conurbados en 1960 con casi 50%.

En la década de 1990 hubo un notorio cambio de dirección, en el sentido de que varios municipios como Naucalpan, Tlanepantla y Nezahualcóyotl dejaron de crecer, mientras que por otro lado municipios como Chalco y Chimalhuacán y algunos otros como Ecatepec, Tultitlán y Cuautitlán mantuvieron un crecimiento elevado.

Ante el explosivo crecimiento de la población en los municipios conurbados de la ZMVM es necesaria observar el suministro de servicios públicos, entre los cuales se encuentran el del agua.

2. Problemática del agua

2.1 Marco General

El 80% del agua disponible en el país se encuentre entre el nivel del mar y los primeros 500 metros de altura, mientras que el 20% restante está arriba de esa cota. Esta característica se vuelve una dificultad a la hora de suministrar el agua, ya que el fenómeno de concentración y dispersión de la población provoco que el 20% de ésta se localice por arriba de los 2000 metros sobre el nivel del mar disponiendo de sólo el 4% del recurso; mientras que sólo una quinta parte de la población se ubica donde se dispone de más del 50% del recurso de todo el país.

La oferta total del servicio del agua es de 160 m3//seg, provenientes principalmente de los acuíferos subterráneos y en poca cantidad de agua de la superficie. De la anterior cantidad se observa que las ciudades de México, Guadalajara y Monterrey en conjunto usan más del 50% del recurso mientras otras 59 ciudades medias ocupan el 39% del líquido, de las cuales 21 ya presentan problemas de escasez de agua. Por otro lado se observan que las comunidades rurales sólo utilizan el 8% del recurso y cuentan con el grave problema de falta de infraestructura. Estas cifras muestran la extrema inequidad que existe en la distribución del servicio de agua.

Se estima un caudal de aguas residuales de 130 m3/seg. Del cual el conjunto de las áreas metropolitanas contribuyen con el 40% de esta cantidad y con el 32% de la contaminación generada en los centros urbanos. Las principales fuentes son las descargas de origen domestico, de comercios y servicios e industriales.

La falta de plantas tratadoras del agua y la ineficiencia de las ya existentes provocan grandes aportes de contaminación a los cuerpos de agua donde se descarga. Los más afectados son: El río Pánuco, Lerma-Santiago, San Juan, Balsas, Blanco y el Papaloapan.

Con respecto a la infraestructura a nivel nacional, se cuenta con 3000 pozos profundos, 65 mil Kilómetros de líneas de conducción y distribución de agua potable, tanques de almacenamiento de hasta 5 millones de metros cúbicos y 10 millones de tomas domiciliarias. En cuanto al desalojo, se cuenta con 5 millones de descargas domiciliaríais, 38 mil kilómetros de de colectores y emisores. El costo de esta infraestructura es de poco más de 30 billones de pesos.

Dentro de los problemas que Merino (1991) observa en la red nacional de distribución de agua se encuentran: El problema de su mantenimiento y operación derivada de de la falta de recursos, errores en la concepción de proyectos y de la antigüedad de las instalaciones, poca información documental de los sistemas de distribución lo que obliga a improvisar su manejo, además de la falta de personal capacitado.

Las anteriores dificultades suelen radicalizarse al confrontarse con la configuración de la ZMVM, ya que no existe una clara definición de las responsabilidades de cada entidad sobre un territorio que se observa como una metápolis [4] que exige nuevas formas de organización.

2.2 Problemática entre el Distrito Federal y los municipios conurbados

La metrópoli ocupa menos del 1% del territorio en el país pero concentra el 20% de la población nacional y produce el 31.3% del PIB. Se ubica a 2200 metros a nivel del mar lo que dificulta el abastecimiento del agua. Esta metrópoli ha enfrentado un crecimiento acelerado de población que demanda diversos servicios, entre ellos, el del agua.

La fuente principal para la metrópoli sigue siendo el acuífero del valle de México (con un alto grado de sobreexplotación) que duplica la recarga que se debería de extraer. En el siguiente cuadro se muestra la distribución de las fuentes que suministran el agua al Distrito Federal:


Durante décadas la única política para satisfacer la creciente demanda fue incrementar el abasto sin contemplar los costos económicos, sociales, políticos y ambientales. La anterior política traslado el problema del agua al valle de Lerma, al poniente del Estado de México (el cual abastece al DF desde hace aproximadamente 50 años) agotando el recurso y secando las lagunas; lo que produjo una devastación inmensa en las zona ecológica de ese lugar. (Iracheta, 2004: 521).

La sobreexplotación del acuífero Lerma es de más de 65%, lo que en el largo plazo ha provocado la desaparición de cuerpos de agua que se han convertido en terrenos que están siendo ocupados para usos urbanos para la población que migrante del DF.

Una vez que la extracción en el Valle de México y Lerma se hizo insuficiente, se inicio en una segunda etapa la extracción del sistema Cutzamala al poniente del Estado de México. A pesar de ello, el suministro continua insuficiente, de tal manera que se ha iniciado la gestión para traer el recurso de otros lugares cada vez más alejados y con mayores dificultades técnicas y políticas.

Los abastecimientos de agua desde diferentes puntos son una prioridad para el gobierno del DF para aumentar su suministro, en la mira están las aguas provenientes del río Temazcaltepec, en el sur del Estado de México; después también se encuentra el río Amacuzac, que desemboca en el pacifico o el río Tecolutla; y de seguir las cosas así, en el futuro no quedara más fuente que el mar.

De continuar las tendencias de consumo y la contaminación de los cuerpos de agua, se acrecentara la degradación de éstos y las fuentes de abastecimiento serán insuficientes, no sólo para la metrópoli sino también para todos los municipios no conurbados que carecen de infraestructura para el suministro del agua.

En 1994 se extraían 1300 millones de metros cúbicos al año a pesar de que la filtración alcanzaba aproximadamente 700 millones de metros cúbicos. (Castelán citado en Iracheta, 2004). Lo que representa un déficit de menos de la mitad del agua acumulada en los acuíferos.

En el 2000 en la ZMVM se usaban 300 litros de agua por habitante al día, mientras que en el DF era de 351 litros. Por otro lado en ese mismo año estaban registradas más de 2.7 millones de tomas de agua en la zona metropolitana, 53.85% estaba en los municipios conurbados y 46.15% en el DF. Estos datos muestran la cercanía del consumo de agua entre el DF y los municipios conurbados, aunque hay que establecer que el DF muestra aún más consumo.

Por falta de voluntad política se han perdido proyectos importantes para el desarrollo del tratamiento del agua; por ejemplo, el convenio firmado en 1996 para realizar cuatro grandes macro-plantas de tratamiento de aguas; con apoyo del gobierno federal y del gobierno del Distrito Federal, además del Banco Internacional de Desarrollo. Por diferencias técnicas y políticas el proyecto se suspendió finalmente, sin embargo, es claro que el problema de aguas negras en la metrópoli no espera a que las decisiones políticas lleguen a un consenso y se convierte en un problema de primer orden.

2.3 Consideraciones sobre el servicio del agua

El agua destinada a la ZMVM se dirige principalmente al consumo humano sin embargo como se puede observar en el cuadro 4, una cantidad similar al suministro humano se pierde en fugas, en ambos casos el consumo es de cerca de 23 metros cúbicos por segundo.

La perdida en fugas es equivalente al 37% del consumo diario total de agua en la ZMVM. (Las causas son la antigüedad de las instalaciones, la mala calidad de sus materiales y mano de obra deficiente en su construcción, falta de mantenimiento, excesos de presión hidráulica, hundimientos en la cuenca por los sismos y el robo de agua).

En cuanto a servicios básicos la cobertura de agua del DF alcanzó el 95.99% y 93.59% de alcantarillado, por otro lado los municipios metropolitanos alcanzaron una cobertura de 92.20% de agua y 67.80% en alcantarillado.

En relación con el saneamiento, en la ZMVM existen 41 plantas de tratamiento de aguas residuales municipales y 120 plantas industriales y de servicio, en total 161. En estas plantas sólo se aprovechan 6.5 metros cúbicos por segundo, algo así como menos del 10% del abastecimiento total, lo que muestra la deficiencia de las cantidades de agua tratada.

Por otro lado, se estima que el costo del agua por día en la ZMVM es de 23 millones de pesos; frente a esto, la cifra de ingresos no es alentadora y muestra dos observaciones importantes: en primer lugar se ve una gran disparidad en los ingresos que tienen el DF y los municipios conurbados (de 25 a 1 en el 2000) como se muestra en el cuadro 5. La segunda consideración es la baja cantidad de recursos obtenidos por el concepto de derechos de agua potable registrados legalmente; si se estima que el costo diario del agua es de 23 millones de pesos para la ZMVM, el ingreso bruto anual es de 2469 pesos en el 2000 (alrededor de 6.84 millones por día) es decir menos de un tercio del precio gastado.

La situación es que el agua importada para el consumo en la ZMVM tiene un costo promedio muy alto, “no hay agua, se compra muy cara y no se aprovecha la que se tiene con múltiples reusos; además de que no se limpia y se traslada la contaminación metropolitana a otras cuencas, hasta descargar en el golfo de México.” (Iracheta, 2004: 525).

Diversa literatura relacionada con el tema del agua, concuerda en que no existe un estudio completo y aceptado por el Distrito Federal y el Estado de México en el que claramente se calculen los costos y beneficios de cada entidad para así determinar sus responsabilidades. Por ejemplo en la explotación del acuífero de Lerma el DF paga los costos y suministra a municipios de la entidad mexiquense al igual que en tras cuencas donde relativamente el DF absorbe los gastos, aunque hay que destacar que también es la entidad que más recupera en sus ingresos.

Según algunas perspectivas, para el 2010, la ZMVM tendrá aproximadamente 21 millones de habitantes requiriendo aproximadamente 3.81 metros cúbicos por segundo de agua, es decir 3.81 metros cúbicos por segundo por millón de habitante. (Mazari et al, 2000). Habrá que plantearse si la ciudad está preparada para responder a los posibles escenarios; si se observa que actualmente no le es posible contestar a las contradicciones del territorio metropolitano conformado en el inicio de este nuevo siglo.

3. Escenarios a futuro

De acuerdo a las proyecciones de la CONAPO, las cifras de población para el 2030 para el Estado de México y el Distrito Federal, serán las siguientes:

Como se puede observar en estas proyecciones se ratifican las tendencias y las teorías que esperan una disminución de la concentración de la población en el Distrito Federal, mientras que por otro lado, el proceso en el Estado de México es todo lo contrario, la población sigue incrementándose (por la población recibida del DF). Pero si por un lado crece la población y por otro lado disminuyen las reservas de agua y las posibilidades de suministrar el recurso, el escenario para el 2030, se determina en el siguiente mapa:



De acuerdo a las cifras cruzadas de la tendencia de la población y los datos tendenciales sobre el destino de los acuíferos en caso de que su explotación se siga dando de la manera en que se da; se muestra que para la región administrativa XIII (Aguas del Valle de México y Sistema Cutzamala) la disponibilidad natural media per cápita para el 2025 es de 162 m3/seg por habitante al año, lo que significa que se encuentra dentro de la clasificación de los acuíferos con recursos extremadamente bajos; situación que compartiría con las regiones administrativas I y VI (Baja California y el Rió Bravo).

Se han considerado en este estudio dos posibles escenarios del agua para el año 2025: el tendencial y el sustentable. En el escenario tendencial se considera que no hay cambios sustanciales en los patrones de consumo ni en los niveles de inversión actuales: la demanda de agua se incrementa considerablemente y los rezagos en materia de agua potable, alcantarillado y saneamiento se mantienen en niveles similares a los actuales.

Por otro lado en el escenario sustentable prácticamente se duplica el nivel de inversiones actual: se logra contener el crecimiento de la demanda de agua, revertiendo la sobreexplotación de los acuíferos y reduciendo los rezagos en materia de agua potable, alcantarillado y saneamiento.

En este segundo caso, las inversiones requeridas en el escenario sustentable no podrían ser cubiertas en su totalidad por la federación únicamente, por lo que sería necesaria una mayor participación del sector privado y de diversos mecanismos de financiamiento, incluyendo a los usuarios del agua. Sin embargo antes de buscar el financiamiento es necesario resolver los problemas inmediatos que se presentan en la ZMVM y que permitirían dar certeza al escenario sustentable.

4. Algunas tareas pendientes

En conclusión se puede decir que el Estado de México y el Distrito Federal comparten la participación de sus caudales para el suministro y el consumo de agua de la metrópoli; sin embargo el DF es el que más invierte en infraestructura del agua y en el tratamiento de aguas, beneficiando al Estado de México.

Se puede también apreciar que las decisiones para la organización de los asuntos relacionados con el agua han carecido de criterios integradores de la metrópoli, por lo tanto, sólo se observa políticamente al DF y al Estado de México como dos entidades totalmente distintitas.

Otra limitante es la carencia de un estudio de seguimiento del suministro del agua que pueda hacer imposible los acuerdos para distribuir los costos y beneficios del consumo del agua y así aprovechar de mejor manera este recurso escaso.

La responsabilidad gubernamental es básica ya que es un asunto de sobrevivencia nacional; no existen proyectos para la captura de agua de lluvia; para reforestar sierras y cuencas de donde se extrae agua, ni para cuidar su urbanización; para reducir las perdidas por fugas; para desarrollar políticas tarifarías y administrativas, modernas y eficaces; para crear un organismo único para la organización de los asuntos del agua (con coordinación federal, estatal y municipal además de la CNA, Gobierno del DF y Gobierno del Estado de México).

Una estrategia que podría contribuir a disminuir la sobreexplotación de los acuíferos como el de Lerma, es disminuir la extracción del agua y hacer uso de agua tratada para las tareas en donde sea asequible.

Otra estrategia sería brindar soporte ecológico o de recuperación a las zonas de donde se extrae en el agua para disminuir la depredación que se hace en las diversas cuencas, a través de programas de compensación por el potencial del producto perdido.

Es necesario también realizar estudios básicos para conocer la situación del agua (producción, transporte, distribución, consumo, fugas, reciclaje y desecho de agua) para compartir información importante y suficiente para cada identidad y enfrentar los problemas de manera conjunta.

En paralelo, sería de gran importancia conocer los costos directos y asociados del sistema hidráulico de la ZMVM así como las aportaciones de cada parte para platear estrategias y políticas alternativas, de uso eficiente de los recursos económicos de ingreso y los costos del uso.

El agua es un recurso vital; el desequilibrio del desarrollo urbano-industrial ha dañado el aprovechamiento del líquido, por un lado por el uso inadecuado y por otro lado al sufrir la degradación de su calidad y ser regresado al medio natural sin previo tratamiento. El principal punto para reivindicar el respeto al agua es dejar de considerarlo como un objeto más de consumo y concienciar lo importante que es para la sobrevivencia de la humanidad.

Notas

[1] Existen indicios de que la economía de la ciudad de México ha desbordado al Área Metropolitana. En relación a este fenómeno se viene hablando de la conformación de una, para referirse a “la situación en la cual la ciudad se integra por nodos articulados entre sí a través de ejes, sin que forzosamente exista una continuidad espacial entre los nodos.” metápolis (Ascher, 1996 citado en Hiernaux, 1998: 683).

Este nuevo concepto sirve a identificar los procesos que se presentan en la ciudad de México, donde se asiste a un crecimiento sumamente intenso de algunas ciudades de la región Centro a partir de procesos productivos que se desconcentran de la ciudad de México, aunque mantienen una estrecha relación con la misma. Es el caso de Toluca, Cuernavaca y Querétaro; mientras que otras como Puebla, Pachuca y Tlaxcala, no forzosamente están pasando por el mismo proceso.

[2] La Metrópolis está conformada por la suma de la población y territorio de los municipios del área urbana con los aledaños conurbados que se han sumado a su dinámica. Una Megalópolis emerge cuando se juntan o se traslapan dos o más zonas metropolitanas. (Garza, 2000: 239).

[3] Para entender el fenómeno de metropolización es necesario remitirnos algunos otros conceptos como el de Área Urbana, la cual se entiende como “la base física de una ciudad” el tejido urbano formado por todo tipo de construcciones, infraestructura y equipamiento que se extiende, desde su centro, en todas direcciones en forma más o menos continua. Cuando el área urbana de la ciudad se extiende más allá de sus límites a municipios limítrofes se convierte en un Área Metropolitana. Cuando los municipios que rodean el área urbana (también llamada municipios conurbados o metropolitanos) poseen un carácter urbano, se conforma la Zona Metropolitana. (Garza, 2000: 238).

[4] Existen indicios de que la economía de la ciudad de México ha desbordado al Área Metropolitana. En relación a este fenómeno se viene hablando de la conformación de una, para referirse a “la situación en la cual la ciudad se integra por nodos articulados entre sí a través de ejes, sin que forzosamente exista una continuidad espacial entre los nodos.” metápolis (Ascher, 1996 citado en Hiernaux, 1998: 683).

Este nuevo concepto sirve a identificar los procesos que se presentan en la ciudad de México, donde se asiste a un crecimiento sumamente intenso de algunas ciudades de la región Centro a partir de procesos productivos que se desconcentran de la ciudad de México, aunque mantienen una estrecha relación con la misma. Es el caso de Toluca, Cuernavaca y Querétaro; mientras que otras como Puebla, Pachuca y Tlaxcala, no forzosamente están pasando por el mismo proceso.

Bibliografía

Ascher, Francois (1996), Metápolis ou l’avenir des villes, Odile Jacob, París en Hiernaux, Daniel (1998), “La economía de la ciudad de México en la perspectiva de la globalización” en Revista Economía, Sociedad y Territorio, Núm. 4, julio-diciembre, El Colegio Mexiquense A. C., México, pp. 671-694.

Castelán, Enrique (2002), El manejo del agua en la ZMCM: la forma difícil de aprender, informe de investigación, Centro del Tercer mundo para el manejo del agua, México en Iracheta, Alfonso (2004), “Estado de México: La otra cara de la megaciudad” en Ward, Peter M. (2004), México Megaciudad: Desarrollo y Política, 1970-2002, Porrúa, México, pp. 491-607.

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Fideicomiso de estudios Estratégicos sobre la Ciudad de México (1999), La ciudad de México en el siglo XXI, versión para discusión, partes I y II, Gobierno del Distrito federal, México, D. F. en Iracheta, Alfonso (2004), “Estado de México: La otra cara de la megaciudad” en Ward, Peter M. (2004), México Megaciudad: Desarrollo y Política, 1970-2002, Porrúa, México, pp. 491-607.

Garza, Gustavo (2000), “Ámbitos de expansión territorial” en Gustavo Garza (coord.) La ciudad en el fin del segundo milenio, El colegio de México-Gobierno del Distrito Federal, México, pp. 237-246.

Guerrero, Manuel (2000), El agua, La ciencia para todos, 2ª reimpresión, México, 118 págs.

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Iracheta, Alfonso (2004), “Estado de México: La otra cara de la megaciudad” en Ward, Peter M. (2004), México Megaciudad: Desarrollo y Política, 1970-2002, Porrúa, México, pp. 491-607.

Mazari et al, (2000), “Contaminación del agua” en Gustavo Garza (coord.), La ciudad de México en el fin del segundo milenio, Gobierno del Distrito Federal, El Colegio de México, D.F.

Merino, Héctor y Guevara (1991), “Provisión de agua y drenaje en las ciudades mexicanas. Un reto permanente” en Schteingart, Martha y Luciano d’ Andrea (comp.), Servicios urbanos, Gestión Local y Medio Ambiente, El Colegio de México, México, pp. 121-130.

Sobrino, Luís Jaime (1994), “Proceso de metropolización en el Estado de México” en Emma Liliana y Martha Vera (coords.) Población y Sociedad, El Colegio Mexiquense A. C.-COESPO, México, pp. 179-198.

1 comentario:

sutercita dijo...

Y...a todo esto me pregunto.. ¿el gobierno ha propuesto alguna reforma para evitar la sobreexplotacion de los recursos naturales tales como el agua? A resuelto el problema del desabasto? Según datos estadísticos "un millón 255 mil 326 capitalinos no cuentan con agua en sus viviendas y casi 1 millón y medio la reciben de manera irregular" http://www.alguienteniaquedecirlo.mx/pinches-datos.php